La mayor parte de los edificios disponen de sistemas mecánicos de suministro de aire fresco el cual puede ser filtrado, calentado o enfriado y, en ocasiones humidificado. En estos equipos puede darse las condiciones idóneas para el crecimiento y dispersión de los microorganismos o agentes biológicos (hongos, bacterias, virus y protozoos, de los cuales los hongos y las bacterias son los que mejor se conocen, probablemente debido a que se dispone de la tecnología necesaria para medirlos en el aire.).Estos pueden ser transportados a través del agua destinada a la humidificación, por el agua de la red general de la ciudad o por el agua proveniente de pozos y por el aire reciclado que aporta los aerosoles generados por las personas que ocupan los edificios.
En condiciones donde existan elementos nutritivos, pH y temperatura adecuados pueden dar lugar a una proliferación en los sistemas de ventilación y climatización.
Los principales focos de contaminación biológica relacionados con los sistemas de ventilación y climatización son:
- El aire exterior.
- Los sistemas de filtración. Estos deben retener las partículas en suspensión del aire. Los microorganismos presentes pueden proliferar en este medio.
- Sistema de refrigeración. En estaciones cálidas el agua estancada en bandejas de drenaje o en el suelo del equipo puede dar a lugar al desarrollo de agentes biológicos.
- Los humidificadores y sobre todo aquellos donde el agua es reciclada pueden convertirse en reservorios y diseminadores de los microorganismos que se desarrollen en ellos.
- Los materiales porosos utilizados como aislantes acústicos o material de conductos pueden favorecer el crecimiento de estos agentes.
- El aire interior de los locales, el cual ha ido recogiendo la contaminación producida en los diferentes focos. Uno de los más importantes son las mismas personas que ocupan el edificio.
Acceso: Consultoría Prevención Riesgos Laborales , Servicio Prevención Ajeno
