Son varios los aspectos relevantes del Real Decreto 393/2007 para la elaboración de los Planes de Autoprotección. Entre ellos cabe destacar:
- La publicación del catálogo de actividades (Anexo I) que tienen la obligación de contar con un Plan de Autoprotección.
- La obligatoriedad de que los Planes de Autoprotección cuenten con un contenido mínimo.
- La exigencia, con carácter previo, del análisis y evaluación de los riesgos, la adopción de medidas preventivas y de control de los mismos, y la integración de las actuaciones en emergencia, en los correspondientes Planes de Emergencia de Protección Civil.
- La posibilidad de que las Administraciones Públicas competentes exijan la elaboración e implantación de planes de autoprotección a los titulares de actividades no incluidas en el anexo I, cuando presenten un especial riesgo o vulnerabilidad, o a las actividades que se hallen en entornos de riesgo.
- La responsabilidad que se le confiere al titular de la actividad, en cuanto a la elaboración, implantación, mantenimiento y revisión del Plan de Autoprotección.
- La obligación de que estén realizados por un técnico competente.
- La creación de un Registro de los Planes de Autoprotección, de los datos relevantes para la protección civil.
- La derogación radical de la Orden de 29 de noviembre de 1984, por la que se aprueba el Manual de Autoprotección para el desarrollo del Plan de Emergencia contra incendios y evacuación de locales y edificios, que hasta ahora se estaba empleando de guía.
- La obligación de realizar simulacros de emergencia con una periodicidad mínima de una vez al año para evaluar los resultados de los planes de autoprotección.
- La obligación de mantener el Plan de Autoprotección adecuadamente actualizado, revisándose, al menos, con una periodicidad no superior a tres años.
