Cuando se investiga un problema de calidad de ambiente interior se debe ser flexible en cuanto a la metodología para investigar, diagnosticar y proponer soluciones.
Toda investigación debe iniciarse siempre con una inspección inicial del edificio y de sus instalaciones, especialmente del sistema de ventilación, calefacción y aire acondicionado. Por lo que, el conocimiento del diseño y funcionamiento del sistema de ventilación y del programa de mantenimiento nos va a dar una idea de si existen puntos o zonas de la instalación que se pueden convertir en fuentes de contaminación, fundamentalmente de tipo microbiológico, como ya hemos comentado en artículos anteriores.
El programa de mantenimiento viene estipulado por el Reglamento de Instalaciones Térmicas, RITE, y debe ser seguido por la empresa dedicada a tal fin.
Las partes inspeccionadas “in situ” que puedan convertirse en focos de contaminación serán las siguientes instalaciones :
- Los sistemas de filtración, la causa de acumulación de materia particulada es la utilización de filtros no adecuados.
- Las unidades de climatización, que al refrigerar el aire generan vapor de agua condensado que se recoge en bandejas. Estas si no están bien mantenidas pueden ser caldos de cultivo para el desarrollo de microorganismos.
- Las torres de refrigeración, el humidificador estos equipos sino siguen el mantenimiento adecuado pueden ser focos de contaminación, en especial, de la bacteria del género Legionella, ya que si tienen las condiciones idóneas de temperatura, humedad y alimento permiten su desarrollo y difusión al aire.
- Los materiales empleados en la fabricación y el aislamiento de los conductos pueden constituir un foco de contaminación generado por el deterioro del material librando fibras, en caso de ser de este tipo, y permitir la acumulación de agua y suciedad, siendo un reservorio de microorganismos.
