La Organización Mundial de la Salud (OMS) diferencia entre dos tipos distintos de sindrome de edificio enfermo. El que presentan los edificios temporalmente enfermos, en el que se incluyen edificios nuevos o de reciente remodelación en los que los síntomas disminuyen y desaparecen con el tiempo, aproximadamente medio año, y el que presentan los edificios permanentemente enfermos cuando los síntomas persisten, a menudo durante años, a pesar de haberse tomado medidas para solucionar los problemas.
Los síntomas característicos relacionados con edificios de síndrome de edificio enfermo son irritación de las mucosas y efectos neurotóxicos (dolor de cabeza, letargo, etc) y siempre desaparecen poco después de dejar el edificio. Por lo que, los afectados describen síntomas de tipo irritativo o similares a un resfriado común o enfermedades respiratorias y quejas de olor, los edificios donde se presentan estas quejas suelen ser eficientes en la conservación de energía conocidos como “edificios inteligentes”, de nuevo diseño y construcción o recientemente remodelados y decorados con materiales nuevos, y los ocupantes no pueden controlar las condiciones ambientales. Esta información se puede recoger en cuestionarios previos similares a la nota técnica del INSTH.
Estos síntomas están habitualmente causados por situaciones como: una mala ventilación, distribución e insuficiente entrada de aire fresco, contaminación generada en el interior, nuevo mobiliario, equipos de trabajo, productos de limpieza, contaminación que proviene del exterior por una inadecuada entrada y salida de aire, contaminación microbiológica causada por la suciedad de conductos y otras partes integrantes de los sistemas de climatización son situaciones comunes que provocan el síndrome de edificio enfermo.
Acceso: Consultoría Prevención Riesgos Laborales , Servicio Prevención Ajeno