En todos los artículos anteriores se ha descrito el problema sobre la calidad de aire interior en los edificios. Cuando este problema afecta a sus ocupantes presentando, enfermedades demostrables, un elevado absentismo y baja productividad además de quejas formales dirigidas a los responsables de mantenimiento podemos considerar que es urgente la realización de medidas correctoras sobre el mismo.Sólo cuando este problema aún se encuentra en un estadio potencial, se puede emplear un programa preventivo. Para su desarrollo se deberá realizar unas acciones que incluirán un estudio de la calidad de aire interior mediante parámetros físico-químicos y microbiológicos, disponer de documentación sobre la opinión de sus ocupantes, establecer conclusiones y proponer soluciones para la eliminación o control de las fuentes contaminantes del entorno laboral.
Toda investigación debe iniciarse con una inspección inicial del edificio y de sus instalaciones, especialmente del sistema de ventilación, calefacción y aire acondicionado, recogiendo toda la información posible.Una adecuada gestión de la calidad de aire interior en edificios susceptibles de presentar problemas relacionados con el síndrome de edificio enfermo es altamente rentable a medio plazo.
Las razones de rentabilidad se deben buscar en :
- La disminución de problemas de salud de los ocupantes
- Reducción del riesgo de aparición de enfermedades relacionadas con el edificio y con el absentismo
- Aumento de productividad y creatividad del personal debido a unas condiciones de confort ambiental óptimas
