- Mejora del acceso a la información y el control de gestión.
La información de la organización está interrelacionada y en estos casos se suele tener integrada a través de herramientas como los gestores documentales o la intranet de la organización. De esta forma queda asegurado el libre acceso a la misma por parte de todo el personal de la organización.
- Menor esfuerzo global de formación del personal e implantación del sistema.
Gracias a la similitud en los esquemas de funcionamiento de estos sistemas, una vez formado o explicado el funcionamiento de un sistema de gestión, los otros presentan diferencias mínimas en cuanto a su arquitectura. La formación adecuada consistiría en explicar los apartados comunes en primer lugar y resaltar los procedimientos o practicas específicas de cada uno de ellos.
- Relacionabilidad de las diferentes tareas en un único puesto de trabajo.
En muchas ocasiones las diversas tareas correspondientes a los Sistemas de Gestión pueden ser ejecutadas por una única persona, de modo que los criterios de actuación son comunes en cuanto a su aplicación. De esta forma, podemos encontrar la función del Responsable de Calidad, Medio Ambiente y PRL en la misma persona. Al estar centralizado en la misma figura, dicho control aumenta en eficiencia.
- Compromiso de la empresa.
La implantación de un Sistema Integrado de Gestión permite a la organización demostrar su compromiso hacia todas las partes interesadas en la misma y no sólo hacia el cliente, ya que cubre todos los aspectos del negocio, desde la calidad del producto y el servicio al cliente, hasta el mantenimiento de las operaciones dentro de una situación de desempeño ambiental y de seguridad y salud ocupacional aceptables.
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